Muerte de Santa Rosa de Lima

las habladurias del mastro

La Historia nos deja escrito que Isabel Flores de Oliva; Santa Rosa de Lima, Patrona de nuestro pueblo Charallave, nació en Lima Perú, un día jueves 30 de agosto del año 1587, y su muerte ocurrió un 24 de agosto del año 1617 a las 12:30 horas de la madrugada, en la misma ciudad cuando solo contaba con 31 años de vida. Pero se tiene muy imprecisa la información con respecto a su fallecimiento en cuanto a cuál fue la enfermedad que le causó la muerte, pues distintos autores responsables de su biografía, agregan versiones diferentes. Unos dicen que fue de una hemiplejia, otros a consecuencia de tuberculosis, algunos que de una infección o contagio de algo, así como otras versiones, que al final no sabemos cuál es la precisa.

Ahora bien, a pesar de que hay muchos dichos de cuál fue el motivo de la muerte de nuestra Santa Patrona, llama la atención la serie de acontecimientos que ocurrieron en el transcurso de su vida que pudieron ser las causas de su deceso.

Según un escritor peruano de nombre Fernando Iwasaki, refleja en un libro que se llama:“Mujeres al borde de la perfección”, que Isabel Flores de Oliva, desde muy niña adoptó una devoción precoz y un tanto exacerbada con total apego a la meditación y al amor a Cristo, lo que hizo que la joven adquiriera una conducta que fue cuestionada rigurosamente por la sociedad y hasta por sus familiares, en virtud de que la creían loca; dado que, por ejemplo en uno de los tantos casos, se colocó debajo de la toga que cubría su cabeza una corona de espinas, con la finalidad de sentir en carne propia los rigores del sufrimiento de Jesucristo.

En otro caso, ella se hizo hacer una cama de madera rustica en la cual dormía sin ningún artículo de lencería, pues ella consideraba que esa era una de las formas de demostrar ante el Dios Todopoderoso su fiel adoración, y apego a su hijo Jesucristo.

Hay otras teorías que dicen que según por recomendación de sus confesores, se sometía a castigos y flagelación por la misma razón expuesta con anterioridad. Y se atribuye a estos religiosos la posible responsabilidad de la muerte de Santa Rosa, pues en aquel tiempo, Lima era considerada la ciudad religiosa del nuevo mundo y en esos tiempos el catolicismo era muy riguroso y en momentos hasta cruel y abominable, pues lo demuestra la llamada Inquisición Española.

Isabel copió en todo momento la conducta devocionaria de la terciaria dominica Santa Catalina de Siena, que durante su vida hacía las mismas cosas que Santa Rosa de Lima y se propuso estudiar su vida, para no perder detalle alguno y de esa forma vivió.

retrato hecho al cadáver de santa rosa de lima

Huyó en todo momento de aquellas conductas que la llevaran al pecado, hasta tal punto que no aceptó nunca una relación amorosa, que pudiera despertar bajas pasiones, ni nada de esas cosas. Isabel Flores vivía constantemente asechada por las tentaciones del demonio, y se presume que por su belleza, el diablo la tentaba hiriéndole su cuerpo con intensos deseos sexuales, los cuales en todo momento superó, y así mismo se los hacía saber a sus confesores.

Isabel Flores; aunque no fue monja completamente o como se le llama en su término eclesiástico “Monja de Clausura”, por su entrega en cuerpo y alma a la adoración del hijo de Dios, ayunaba constantemente por largos períodos de tiempo, comiendo solo una mínima cantidad de pan, y bebía agua moderadamente para mantenerse hidratada.

Todos estos acontecimientos durante la vida de la Santa, pudieron haber desencadenado una serie de complicaciones en los mecanismos reguladores de su homeóstasis corporal; o sea, que llevaron a que la mujer se le complicara todo por dentro de su cuerpo, lo que conllevó al desequilibrio de su organismo, y presumiblemente a su muerte.

Isabel Flores de Oliva falleció en la casa de la familia Maza, durante tres meses de agonía, quienes por ser adinerados, después que murió la muchacha, Don Gonzalo; el padre de la familia, mandó a hacer un retrato de la cara de la difunta por el pintor Italiano Angelino Medoro, donde quedó plasmado el rostro de la Santa una vez fallecida.

Cuando murió Santa Rosa, el acontecimiento se regó por todas partes, y la concurrencia de personas no se hizo esperar y eran muchos los que llegaron donde se encontraba el cadáver, y la adoración de la gente era tanta, que en el momento en que estaban sacando el cadáver para llevarlo al convento de los Dominicos, a pesar que se encontraban presente los Soldados Virreinales, se le zumbó encima aquel gentío, con la esperanza de arrancarle algún pedazo de sus ropas y tener una reliquia que perteneciera a la Santa. Y hay algunos que dicen que dentro de la refriega y confusión de tanta gente, hasta le arrancaron un dedo del pié izquierdo.

Para concluir, se presume, que de acuerdo a todo lo que deja escrito la historia de cómo vivió Santa Rosa de Lima, pudo haber fallecido por causa de algún desorden en alguno de sus órganos vitales, pero como dije anteriormente; no se sabe nada. De todas formas como no fue sometida a un estudio como lo hacen hoy en día, de hacerle una autopsia o algo así; pues eso antes era prohibido, la muerte de Santa Rosa de Lima quedará para siempre en un misterio. ¡Si señor!

Fuentes:

VARGAS Urbate Rubén. “Vida de santa Rosa de Lima”, 1945.

IWASAKI Cauti Fernando. “Mujeres al Borde de la Perfección”. 1993.

Tradición oral, no confirmada científicamente.

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